En ocasiones, uno tiene que tomar decisiones difíciles, drásticas, complicadas pero siempre teniendo claro la razón de porque las toma. A mi, una vez más, me ha tocado ese papel. No ha sido fácil, por supuesto que no, pero me siento liberado, me siento que me he quitado un lastre que tenía encima y que muchas veces, no me dejaba ver más allá de mis ojos. Es difícil decidir escoger un camino u otro, seguir o no seguir, cuando en el fondo, uno sabe como le gustaría que las cosas hubieran continuado. También pienso que una persona tiene que ser fiel a sus principios, no dejarse llevar por ilusiones, por fantasías o por mundos llenos de algodones de azúcar y piruletas. No siempre esas decisiones, nos van a causar bien, al menos a corto plazo, pero en el futuro las agradaceremos. Cada decisión que uno toma, cada camino que uno decide seguir es un mundo desconocido por el que transitar, pero un mundo que nos toca conocer, antes o después.Es un mundo que nos deja el corazón partido en dos, que nos deja una herida difícil de cicatrizar porque no hay nada en este mundo que sea fácil y no tenga consecuencias. Hoy, a uno le tocará tomar decisiones sobre una cosa, en otro momento será otro tema, pero nuestra vida está llena de buenas (y malas decisiones) y eso es algo que no podemos controlar ni cambiar. Se trata de tirarse al vacio y esperar a que la piscina esté llena y si está vacía que esa caída nos duela lo menos posible.
Yo no se, si soy una persona complicada de entender, muy diferente a los demás pero creo que en el mismo momento en el que alguien se da la oportunidad de conocerme, tiene que tener claro que no espere que yo sea como los demás. Si toma la decisión de ir sabiendo cada día más cosas de mí, tiene que tener en cuenta que ya no hay vuelta atrás, que conmigo se va a introducir en un tiovivo de emociones y que posiblemente, nunca conocerá a alguien igual que yo. Esa es otra decisión que uno decide tomar. En mi caso, en el momento en el que yo tomo la decisión de conocer a alguien, lo quiero hacer con todas las consecuencias, sean buenas, malas o regulares. A mi no me gustan las medias tintas. Si decido conocerte, y muestro interés en tí, no me quiero quedar en la superficie, quiero poder ir rascando día tras día para que seas tú el que me vayas mostrando las diferentes capas que forman parte de tu personalidad, si no te atreves a hacerlo, lo respeto, pero no me exigas a mi, algo, que tú no eres capaz de ofrecer. Al fin y al cabo, conmigo pasa lo mismo. Yo soy alguien que tiene el defecto ( o la virtud) de darse a los demás al 100% o al 200%. No me escondo, no miento, soy tal cúal y eso, en ocasiones, parece ser que puede llegar a abrumar a la otra persona, pero lamentablemente no pienso cambiar a estas alturas del partido.
No es fácil tomar decisiones, pero una vez que decides dar ese paso, quiero que te arriesgues conmigo, quiero que saltes al vacío y si de verdad en algún momento de tu vida, me tuviste aprecio, sabes que hay una huella dentro de tí, que me corresponde. Yo me tiro al vacío con las personas que me interesan y a las que deseo conocer profundamente. El problema es que muchas veces, me pego muchos batacazos pero lo hago con gusto porque lo que me queda de esa persona, permanece en mi para siempre.
Este artículo tendría que haber sido publicado hace ya tiempo pero la situación fue diferente y decidí no darlo a conocer. Hoy la situación es la que y este artículo tiene más importancia y valor que nunca. Ahora mismo tengo una mezcla de sensaciones bastante importante y no me siento bien por lo que hecho, pero se que a lo largo plazo mi mente descansará y yo me sentiré totalmente libre.
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